Exposición: Harry Potter en el MUAJM

El pasado febrero el Museo del Juguete Antiguo México (MUJAM) abrió sus puertas a la colección más grande del mundo sobre Harry Potter. Esta colección pertenece a Menahem Asher Silva Vargas, un abogado de 37 años quien obtuvo un lugar en el libro de los Récords Guinness por poseer 3 mil 97 artículos de la saga, los que reunió en 14 años.

El MUAJM es de esos lugares que no conocía del DF, si hay una descripción en general con el que pueda describirlo sería "el museo más raro que he visitado en mi vida". No solamente el concepto es bastante extraño, en general el museo presenta una buena propuesta, con piezas realmente entrañables, desconocidas, olvidadas y tétricas a la vez. Por momentos hay piezas que recuerdan a los años olvidados de nuestra infancia... y de la infancia de nuestros padres y abuelos, presenta objetos clásicos de la cultura mexicana como la lucha libre, las muñecas de cartón, trenes y aviones a escala, yoyos, baleros e incluso momentos clave de la historia como las olimpiadas del 68 o la época del cine de oro mexicano. Colecciones de muñecas... muchas cabezas de muñecas, peluches, máscaras y hasta carritos que vendían helado.

La colección sobre Harry Potter es lo que se encuentra hasta el final del recorrido y resulta muy interesante, básicamente cuenta con mucha variedad de objetos relacionados al Mundo Magico, desde las clásicas revistas, libros, varitas, escobas y figuras de colección hasta los más raro y exclusivo como cojines, calcetines y peluches.
El problema que me veo a la exposición es su falta de espacio, muchos objetos se encuentran arrumbados (o así parece que fue el acomodo), y no se logran apreciar como deberían.

Lo que le veo de negativo al MUJAM es su evidente falta de mantenimiento, planeación y ausente museografía; a pesar de que hay objetos realmente extraños e interesantes no existe un orden y espacio para apreciarlos, estaría perfecto que su colección permanente estuviera acomodada por épocas, con una cronología e incluso alguna breve explicación del contexto del país en ese entonces, en lugar de ver todo revuelto. El recorrido es más bien como visitar el sótano / casa de la bisabuela con muebles saturados de objetos que hace difícil apreciarlos, y más bien se encuentran arrumbados en vitrinas que reflejan mucho la luz, en algunos sitios la acumulación de polvo y el olor de la polilla es muy evidente, así que si sufren de alergia al polvo o asma están advertidos.

Es obvio que el edificio del MUJAM no se planeo como museo y más bien es de estos viejos inmuebles del Centro del Distrito Federal que ha sufrido muchos cambios a lo largo de los años, mayor razón para brindarle algo de remodelación que buena falta le hace. Así que gente del MUJAM hay que ponerse las pilas ;)