Uno no puede ir a Tepoztlán sin ir a subirse al cerro del Tepozteco, en el cual se encuentra la pirámide del Tepozteco, este asentamiento prehispánico fue construido por los tepoztecos de origen xochimilca entre 1150 y 1350 d.C. El templo se erigió en honor de Ometochtli Tepoztécatl, Dios del pulque relacionado con la fertilidad y las buenas cosechas, razón por la cual se convirtió en un concurrido santuario.
Actualmente el sitio tiene mucha fama de ser un lugar energético y mucha gente lo vista con la intensión de cargarse de energía, aunque por mi experiencia personal creo que más bien es una liberación de energía, ya que la subida es MUY pesada, y el recorrido llega a ser de una hora (aprox) en ascenso, en el que una parte esta marcada por veredas de piedras mientras que en otras hay que ir esquivando raíces, ramas y más piedras; ahora que si a eso le agregamos mi falta de condición física la mayoría de las personas llegamos más que cansados y esa liberación y placer de llegar a la cima es un alivio. Aunque por suerte la mayor parte del camino esta rodeado de grandes árboles por lo que aligeran el intenso calor del sol.
El descenso no deja de ser un suicidio, muchas de las piedras del camino son muy lisas, asi que hay que bajar con cuidado y fijarse donde se pisa. Si van lleven unos buenos tenis, short y no carguen nada pesado. Eso si, vale mucho la pena el esfuerzo y por supuesto que volvería a subirme :)
También les enseño uno de los regalitos que me traje de Tepoztlán... un palo de lluvia ^_^
Y por su puesto que tampoco se puede ir a Tepoztlán y no provar las tradicionales nieves... Canto de Sirenas, Arruyo de Luna, Beso de ángel, Mil flores, mandarina, tamarindo y mango estan entre mis favoritas, yumi!
Nos seguimos leyendo!
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